El pasado miércoles 19 de octubre el Gobierno de la Comunidad de Madrid remitió a la Asamblea un Proyecto de Ley de rebaja del IRPF autonómico, con varias medidas de impacto. Estas medidas se convertirán en Ley autonómica antes de final de año y serán aplicables al IRPF de este ejercicio 2022, a declarar en 2023. Son las siguientes:
1ª.Deflactar un 4,1% todos los tramos de la escala autonómica del IRPF. Este porcentaje es el incremento del coste salarial interanual medido en el segundo trimestre de 2022 por el Instituto Nacional de Estadística.
2ª.Deflactar en el mismo porcentaje del 4,1% el importe del mínimo personal (en lugar de 5.550 euros será 5.778 euros) y familiar (en lugar de 2.400 euros por el primer hijo será 2.498 euros; en la misma línea para los demás hijos).
3ª.Rebajar medio punto porcentual (un 0,5% menos) todos los tipos de gravamen aplicables en la escala autonómica del IRPF. De este modo, los primeros 12.450 euros tributarán al 8,5%. En Cataluña tributan al 10,5%. Sobran los comentarios.
IMPACTO DE ESTAS MEDIDAS
Las medidas propuestas benefician a los 3,5 millones de contribuyentes de la Comunidad de Madrid. La deflactación de los tramos y del mínimo personal y familiar supone un ahorro de 200 millones de euros. La rebaja de medio punto en el tipo supone un ahorro de 330 millones. Esto supone un total de 530 millones. Una media de 151 euros por contribuyente.
ALGUNOS EJEMPLOS
La Comunidad de Madrid ofrece algunos ejemplos de lo que esto supone:
1.Un contribuyente con una renta de 20.000 euros ahorra 44 euros por la deflactación y 36 euros por la rebaja de medio punto. Total: 80 euros, un 10,81% de su cuota autonómica.
2.Un contribuyente con una renta de 32.600 euros ahorra 60 euros por la deflactación y 95 euros por la rebaja de medio punto. Total: 155 euros, un 6,75% de su cuota autonómica.
3.Un contribuyente con una renta de 90.000 euros ahorra 190 euros por la deflactación y 388 euros por la rebaja de medio punto. Total: 578 euros, un 4,39% de su cuota autonómica.
NUESTROS COMENTARIOS
1.En un contexto tan inflacionario como el que vivimos, deflactar los tramos del IRPF yel mínimo personal y familiar no constituye un incentivo otorgado por el poder público a los ciudadanos. Es algo mucho más sencillo. Se trata simplemente de un tema de justicia: no deflactar el IRPF equivale a propinar de tapadillo un estacazo fiscal.
Por esto, lo que ha hecho la Comunidad de Madrid es digo de aplauso.
Es lo mismo que hacen las tres Haciendas forales vascas, que tienen competencia en el 100% del IRPF (no en el 50% como el resto de Autonomías). Las Haciendas vascas deflactarán los tramos del IRPF 2022 en un 5,5%. Y lo más asombroso en que lo hacen con el apoyo del Partido Socialista de Euskadi. Es increíble.
Una deflactación parecida aprobarán Andalucía, Murcia y Galicia. Es normal.
En Cataluña también estaban pensando en algo parecido. Jaume Giró, hombre de peso pero ya defenestrado como conseller, proponía deflactar la escala autonómica catalana. Y subir el mínimo exento en Patrimonio de 500.000 a 700.000 euros. ¿Recogerá alguien estos temas?
Por eso, no se entiende el empecinamiento del Gobierno central negándose a deflactar la escala estatal del IRPF. A cambio, han decidido aumentar la reducción especial para rendimientos modestos del trabajo. Hasta ahora esta reducción favorecía a rendimientos brutos inferiores a 18.000 euros. Pues bien, a partir del 1 de enero de 2023 (a declarar en 2024) esta reducción favorecerá a rendimientos brutos inferiores a 21.000 euros. El ahorro supone unos 1.881 millones. Muy poca cosa, visto el fortísimo incremento recaudatorio que está arrojando el IRPF en lo que va de 2022.
2.La rebaja de medio punto en todos los tipos de la escala autonómica del IRPF madrileño sí constituye un incentivo otorgado por el poder público a los contribuyentes. Se trata de ayudar a la gente a resistir el fuerte incremento del coste de la vida.
En esta línea, las Haciendas forales vascas han aprobado una deducción anti-inflación de 200 euros para las rentas inferiores a 35.000 euros.
3.El ahorro total en el IRPF de los contribuyentes madrileños alcanza los 530 millones de euros. En el País Vasco, el ahorro de las medidas aprobadas, con el OK socialista, supone 250 millones. Nos parecen importes proporcionados.
4.Frente a unas medidas fiscales tan razonables como las indicadas, vemos al Gobierno central empeñado en utilizar groseramente algo tan delicado como los impuestos al servicio de su dialéctica de buenos y malos. Eso es lo que hacen con el Impuesto a las Grandes Fortunas, con el Impuesto sobre Sociedades de las multinacionales, con el Impuesto sobre la facturación de eléctricas y petroleras y con el Impuesto sobre facturación de los Bancos. Sólo piensan en el impacto político de esos impuestos y ése es el peor camino que el legislador fiscal puede escoger.