El presidente del Govern, el republicano Pere Aragonés, mantiene este lunes el pulso contra Junts. A pesar de que la formación liderada por Jordi Turull y Laura Borràs ha renunciado a exigirle que restituya a Jordi Puigneró como vicepresidente de la Generalitat, Aragonés considera, según recogen medios independentistas, que el resto de exigencias de Junts sigue generando «dudas«.
Junts presentó al presidente el domingo una nueva propuesta para mantenerse en el Govern, sacando de la misma la restitución de Puigneró. El hasta el pasado miércoles vicepresidente fue cesado por Aragonés por no haberle comunicado antes del debate de política general que Junts pediría que se sometiera a una cuestión de confianza. Inicialmente, Junts introdujo la restitución de Puigneró como condición para no irse del gabinete autonómico. Sin embargo, tras reunirse el domingo Aragonés y Turull, esta exigencia ya no figura en el documento de propuestas.
Puigdemont, el obstáculo
En este nuevo planteamiento, Junt sí mantiene que sea el Consell per la República la entidad encargada de coordinar la estrategia de los partidos separatistas. Una condición que es difícil que Aragonés acepte puesto que supondría ceder el control del Govern y del separatismo en el Congreso y el Senado al fugado Carles Puigdemont. Este movimiento ya lo intentó Junts a la hora de negociar el acuerdo de gobierno tras las elecciones de febrero de 2021 y tuvo que renunciar al mismo ante el rotundo rechazo de ERC a aceptar esta tutela desde Waterloo.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, la presidenta de Junts, Laura Borràs, sin embargo, también se ha mantenido en la postura crítica contra la labor de Aragonés, al que desde Junts se recrimina no gobernar para «culminar el proceso de independencia». Borràs ha recordado que el republicano se presentó a la investidura con este objetivo y más tras constatar que «por primera vez se había traspasado el umbral del 50% de los votos pidiendo la independencia».