Los sindicatos nacionalistas no se conforman con que los centros escolares desobedezcan a los tribunales y no vayan a cumplir con el 25% que estos exigen en español. Además, acaban de lanzar una campaña para borrar cualquier expresión en castellano en ámbitos como el patio o los pasillos, así como para animar a los profesores a que vigilen que la inmersión se aplica rigurosamente y ningún profesor emplea el castellano en ningún momento. La iniciativa responde al nombre Todos somos referentes lingüísticos. No te excuses, y aboga por qué el catalán sea utilizado por docentes y alumnos en todo instante.
Asimismo, en un apartado concreto del folleto distribuido entre los profesores, se les anima a «velar por la inmersión». De este modo, los conmina a «hacer un seguimiento de la aplicación de la inmersión lingüística en el centro con el apoyo de la inspección educativa. El equipo directivo también ha de velar para que se cumplan las funciones del coordinador lingüístico».
La intransigencia promovida por el manual ha sido denunciada por la entidad constitucionalista Asamblea por una Escuela Bilingüe, presidida por Ana Losada. En un post publicado en Twitter, el colectivo se ha referido a las entidades promotoras —Intersindical, Sepc, Ustec y Plataforma per la Llengua— como los «talibanes de la lengua» y al folleto como «manual de opresión lingüística».