Los defensores del nacionalismo lingüístico vigente en la Escola Catalana —es decir, la exclusión del castellano como lengua vehicular en la Educación pese a las sentencias de los tribunales que exigen un mínimo de un 25%— suelen esgrimir que el nivel de español de los alumnos catalanes es igual o superior al de los del resto de España. Este aserto ha sido desmentido por el Sindicato AMES. En primer lugar, los resultados entre distintas comunidades no son comparables porque las pruebas que miden el nivel medio de los alumnos son distintas —tanto la de competencias básicas en 4º de ESO como las de la Selectividad.
Tras esta constatación AMES ha analizado los exámenes de lengua y literatura castellana de las distintas regiones, descubriendo que los de Cataluña son sustancialmente más sencillos. Así, en la comunidad catalana se otorga más puntuación a los apartados más fáciles, como es la comprensión lectora y la expresión escrita; y menos a los que requieren más esfuerzo, como los análisis sintáctico y morfológicos —que se sustituyen por preguntas tipo Test.
Sin límite de faltas en Cataluña
Asimismo, otro factor que convierte en más sencillas las pruebas catalanas es que en las preguntas sobre vocabulario se usan palabras que son muy similares en catalán y castellano, lo que facilita puntuar más en comprensión lectora. Finalmente, en Cataluña se resta 0,1 puntos por cada falta gramatical sin limite alguno de fallos, mientras que en las demás comunidades a partir de 13 faltas el examen no se corrige.