Mariam Escofet es el nombre de la pintora catalana que hizo uno de los últimos retratos de la reina Isabel II, fallecida este jueves en Balmoral a los 96 años de edad. Afincada en Londres, Escofet recibió el encargo del retrato tras ganar en 2018 el premio BP, el más importante de los otorgados por la Royal Portrait Gallery, por un cuadro sobre su propia madre titulado Mi ángel en la mesa.
Isabel II posó para la catalana en dos sesiones de 30 minutos cada una. En aquellos momentos, Escofet explicó que su objetivo era «pintar un retrato de la reina expresando sus cualidades humanas, en lugar de una representación grandiosa y tradicional, pero al mismo tiempo que se reconociera como monarca». En el día del fallecimiento de Isabel II, muchos tuiteros han recuperado en esta red social un hilo que explica la historia del retrato y de su autora.