El nacionalismo catalán —que, como es sabido, veta la educación en castellano desde hace décadas— lleva años evitando el concepto «lengua materna» y sustituyéndolo por «lengua inicial». Y es que, presumiblemente, reconocer que la mayoría de catalanes tiene como lengua materna el español implicaría respetar su derecho a educarse en esa lengua, tal y como insisten los organismos internacionales. Así, tanto la Unesco como Unicef aconsejan rotundamente que la lengua materna sea una de las lenguas vehiculares de la enseñanza de los infantes para que el aprendizaje de éstos no se vea mermado —en concreto, recomiendan tres lenguas vehiculares: la materna, otra regional o nacional y una extranjera—.
En este sentido, la Unesco volvió a recordarlo el pasado febrero coincidiendo con la celebración del Día de la Lengua Materna en un artículo que, estos días, está circulando de nuevo por redes debido a la polémica del 25%. Su título resulta esclarecedor: Por qué la educación en la lengua materna es esencial. Ya en el cuerpo, el texto enfatiza que «la UNESCO abrió el camino y abogó por una educación multilingüe en la lengua materna desde los primeros años de escolaridad». El motivo es que «las investigaciones demuestran que la educación en la lengua materna es un factor clave para la inclusión y un aprendizaje de calidad, y que también mejora los resultados del aprendizaje y el rendimiento escolar».
«Propicia la comprensión y el respeto mutuos»
Este último punto resulta «crucial», insiste el artículo, «en particular durante la educación primaria pues evita lagunas en los conocimientos y aumenta la rapidez del aprendizaje y la comprensión». Finalmente, el análisis subraya que la «educación multilingüe en lengua materna permite que todos los educandos participen plenamente en la sociedad al propiciar la comprensión y el respeto mutuos y contribuir a preservar la riqueza del patrimonio cultural y tradicional arraigado en todas las lenguas del mundo».