El próximo 1 de octubre se presenta agitado. A la pretensión del expresidente de la Generalitat fugado de la Justicia Carles Puigdemont de «ocupar» la víspera del 1-O los colegios catalanes para recordar la «violencia española», se le suma ahora otra propuesta para esa jornada que compite en subversión: «liberar» la ciudad de Gerona para la «República Catalana».
La iniciativa parte de Desobediencia Civil Catalunya, una plataforma secesionista que que, en meses recientes, ya ha liberado simbólicamente diversos municipios de la supuesta «opresión» española. Entre ellos se cuentan municipios como Folgueroles (2.300 habitantes) , Bàscara (1.000), Amer (2.400), y Sant Esteve de Palautordera (3.000). En esta ocasión, la diferencia es que Gerona constituye un objetivo más ambicioso, pues la ciudad —capital de provincia— cuenta con más de 100.000 habitantes.
«Liberemos Gerona. Somos el pueblo, tenemos el poder. 1 de octubre», ha proclamado sucintamente la plataforma en redes, sin concretar los actos subversivos previstos. Sí se conoce que, en anteriores «liberaciones», los activistas han establecido pasos fronterizos, hecho circular una moneda propia y quemado banderas españolas.