Los Mossos d’Esquadra detuvieron esta pasada noche del domingo a un hombre de 41 años y vecino de Martorell por presuntamente arrollar un grupo de ocho ciclistas, causando la muerte de dos de ellos y dejando a otro en estado crítico. El arrestado, según han explicado fuentes judiciales, tiene antecedentes por delitos contra la seguridad viaria. En las próximas horas pasará a disposición del juzgado de Rubí de guardia acusado de varios delitos de homicidio, lesiones y omisión del deber de socorro.
El arrestado, según han explicado fuentes judiciales, tiene antecedentes por delitos contra la seguridad viaria.
¿Fue un accidente?
Según cuentan algunos testigos, el atropello mortal no fue un simple accidente ya que el conductor «aceleró» al ver al grupo de ciclistas. Así lo explica el presidente del Club Ciclista Rubí, Pedro Cancio, que iba en el grupo y asegura que «cuando íbamos por un puente ancho pasado Martorell, un coche de frente cambió de carril y se llevó a todos por delante. El coche, además, ni frenó, aceleró». Cancio insiste en que no se trata de un «accidente, no ha sido sin querer y que tal y como ocurrieron los hechos es un atentado». Ahora el juzgado deberá determinar si el atropello se produjo de forma premeditada o fue un accidente. Para ello, se tendrá en cuenta la declaración de los testigos.
«Cuando íbamos por un puente ancho pasado Martorell, un coche de frente cambió de carril y se llevó a todos por delante. El coche, además, ni frenó, aceleró»
Pedro Cancio
El grupo de ciclistas pertenecían a este club ciclista de Rubí, localidad en la que residían los fallecidos, de 66 y 71 años. En el momento del trágico suceso, el grupo hacía la ruta Gelida-Terrassa por la carretera C-243c. «El que iba el último en el grupo, que pudo reaccionar y caerse a un lado, sin más consecuencias, vio como aceleró y sacó el brazo como diciendo ‘aquí os quedáis'» y gesticulando con una «peineta», declaró Pedro Cancio a Efe. Por tanto, el presidente del Club Ciclista pide a la justicia que castigue al autor del atropello teniendo en cuenta que hubo una «mala intención».
«El que iba el último en el grupo, que pudo reaccionar y caerse a un lado, sin más consecuencias, vio como aceleró y sacó el brazo como diciendo ‘aquí os quedáis'» y gesticulando con una «peineta»
Pedro Cancio
Una de las dos víctimas mortales falleció en el lugar del accidente, mientras que la fue trasladada todavía con vida a el Hospital Vall d’Hebron, donde posteriormente falleció. De los dos heridos trasladados al hospital de Bellvitge, uno está fuera de peligro y otro continúa en estado crítico.