Pese a que según el Ejecutivo central los indultos inauguraban una etapa de «concordia» en Cataluña, para muchos dicho panorama no termina de ajustarse a la realidad. Ayer, sin ir más lejos, se vivieron momentos de gran tensión cuando un grupo de separatistas conspirativos boicotearon el homenaje a las víctimas del 17-A, insultando a las víctimas y a los políticos allí presentes, lo que ha ocasionado un gran revuelo mediático.
Por otra parte, y a pesar del fin del procés, una parte de la ciudadanía sigue tomando la decisión de trasladarse a vivir a otras comunidades debido a la tensión secesionista. Es el caso de la ex pareja de Jordi Pujol Ferrusola, hijo del president Pujol y que en estos instantes se encuentra a la espera de ser enjuiciado por corrupción. Victoria Álvarez ha remitido una carta al diario e-noticies explicando las razones por las que abandona Cataluña, comunidad que considera «muy enferma» y cuya solución habrá de esperar «varias generaciones».
El colmo, Borràs felicitando a los que boicotearon el homenaje a las víctimas
«Barcelona, esa ciudad que conocía todo el mundo. Que admiraban. Que era acogedora en la que el catalán y el castellano no eran un problema. Se hablaba lo que a cada cual le iba bien y nadie se enfadaba.», relata Álvarez. Sin embargo, en su opinión, todo se arruinó con la llegada de un alcalde nacionalista al poder: Xavier Trias. «Se empezó a arropar a los okupas, la libertad empezó a entenderse mal. Y llegó esta manada de indepes absurdos, llenos de sin razones queriendo no se sabe qué», señala, lamentando que Colau haya profundizado en esa senda. «Pero el colmo de los colmos de la indignación, el asco y la vergüenza ha sido ver a Laura Borràs, dando la mano a los que estaban boicoteando un homenaje a las víctimas l terrorismo yihadista», protesta. Y concluye: «Cataluña está muy enferma y la solución durará varias generaciones. Yo me voy de aquí, no comparto nada de esto».