Las imágenes de un grupo de separatistas conspirativos interrumpiendo el homenaje a las víctimas del 17-A, e insultando tanto a ellas como al «Estado español, han causado un bochorno generalizado. Así, la mayor parte del separatismo y de los comunes —tradicionalmente indulgentes con los excesos del secesionismo— se ha aprestado a desmarcarse del boicot, así como del apoyo de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, a los radicales.
«Con la misma contundencia que utilizamos desde hace 5 años para reclamar una comisión de investigación conviene decir que: No respetar un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de un atentado es miserable. Y sacar rédito político de ello, despreciable. No en mi nombre», manifestó en Twitter el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Gabriel Rufián. Así, si bien reprochó la actitud de los manifestantes por no respetar a las víctimas, Rufián insistió en las teorías conspirativas al seguir reclamando al mismo tiempo un «comisión de investigación» al considerar que no se sabe toda la verdad sobre el atentado.
«Es lícito culpar a las cloacas del Estado»
En cuanto a la prensa nacionalista, el editorial del diario Ara se instala en el mismo terreno: cuestionando la oportunidad de las reclamaciones de los radicales pero no su fondo. Y es que, según el rotativo, a pesar de que «este miércoles no era el día ni el momento de quitar el protagonismo a las víctimas», sí «resulta lícito reclamar las investigaciones que se quiera, culpar las cloacas del Estado o desconfiar de la versión oficial que recoge la sentencia judicial».