El cese de Laura Borràs como presidenta del Parlament y diputada autonómica por su implicación en un presunto caso de corrupción ha tenido como consecuencia la indignación en las bases de Junts, que exigen ya la celebración de una consulta para decidir el futuro del Govern. Y es que el partido en estos momentos mantiene su alianza con ERC al frente de la Generalitat pero cada vez son más los militantes que apuestan por una ruptura del pacto. El cese de Borràs acordado por ERC, PSC, CUP y En Comú-Podem y la mesa de diálogo son dos de los argumentos esgrimidos por la corriente más radical del partido fundado en 2020 por Carles Puigdemont.
No es la primera vez que parte de la militancia posconvergente reclama a sus líderes más contundencia o acciones hacia la independencia. La falta de estas dio al traste con la dirección de Jordi Sánchez hace escasos meses. El hecho de que ERC fuera capaz de sacar a Junts de la mesa de diálogo se saldó también con la petición de celebración de una consulta interna para decidir si se mantenía o no el apoyo a Pere Aragonés. Y ahora es esta reclamación la que han vuelto a formular algunas ejecutivas del partido, como las de Vilafranca del Penedés, la de Montcada o la del barcelonés barrio de Les Corts.
Un acuerdo «inasumible»
El concejal de Junts en Altafulla, Héctor López Bofill, es uno de los promotores de esta consulta interna. Considera, según recoge Nació Digital, que es «inasumible» seguir gobernando «con un socio que ha participado en la suspensión de la presidenta del Parlament, la segunda autoridad del país y, en su día, candidata a la presidencia de la Generalitat». López Bofill ha recordado que está previsto que Junts realice la consulta sobre la continuidad en el Govern el próximo otoño pero también ha indicado que, en la situación actual y tras la suspensión de Borràs, «hay suficientes elementos para pedirla ahora mismo».
Paralelamente, los cachorros de Junts han iniciado una campaña en redes sociales en la que acusan al presidente del Govern, el republicano Pere Aragonés, de «traidor» y lo califican como «enemigo del pueblo«. «No nos representa», aseguran en unos mensajes en los que, además, exigen la reactivación de la declaración unilateral de independencia. Consideran que el actual Govern está «retrasando» la ruptura con España y que «las luchas» de ERC y Junts «hace tiempo que son diferentes».
Las críticas de estos jóvenes se dirigen, incluso, hacia los cargos oficiales de Junts, de los que dicen haberse desvinculado por «alejarse más y más» de lo que desean las bases del partido. Y reclaman, finalmente, la ruptura de Junts con ERC, no renunciar a la DUI «ni a la liberación nacional de los Países Catalanes».