La aún presidenta del Parlament, Laura Borràs, se aferra en estos momentos al cargo con el único apoyo de su formación, Junts. El TSJC ha anunciado esta mañana El resto de partidos con representación en el Parlament han dejado clara, de una u otra manera, su exigencia de que abandone tanto la presidencia de la Cámara autonómica como su escaño, tal y como establece el reglamento. Vox y Ciudadanos ya han registrado por escrito la petición de que le sea aplicada esta normativa, mientras que las formaciones separatistas y el PSC esperan aún a que sea ella la que dé el paso de dimitir.
ERC ya lleva semanas insinuando que Borràs debería abandonar sus cargos con el objetivo de que su caso judicial no afecte a la imagen del Parlament. La CUP ya anunció en su momento que no apoyaría su permanencia en la Cámara por considerar que su caso no puede relacionarse con la supuesta represión del separatismo por parte del Estado. El líder del PSC, Salvador Illa, ha telefoneado este martes a Borràs para pedirle que sea ella la que dé el paso de dimitir y no tener que aplicarle el reglamento. Otras formaciones como En Comú-Podem se han mostrado también partidarias de la suspensión de la todavía presidenta.
Cargos de Junts como Aleix Sarri han calificado de «infamia» la postura de ERC y la CUP, a las que ha acusado de preferir «creer antes a la Guardia Civil que a la presidenta». Otros como el concejal Héctor López Bofill han asegurado que es «sorprendente la voluntad de algunos supuestos independentistas de sumarse a la cacería y apoyar el lawfare del Estado opresor».