Hasta las iglesias se han convertido en Cataluña en escenario de las reivindicaciones separatistas sin que la jerarquía eclesiástica intervenga para evitarlo. Así se pudo comprobar este domingo durante la celebración del funeral religioso de la actriz Núria Feliu, celebrado en la iglesia de Santa María, en el barrio de Sants.
Los asistentes a la ceremonia entonaron el siempre presente himno de Cataluña, Els Segadors, para, posteriormente, lanzar proclamas en favor de la separación de España y frente al féretro de la artista, cubierto con una estelada. Previamente, por la capilla ardiente de Feliu habían pasado, entre otros, el presidente de la Generalitat, el republicano Pere Aragonés; la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Esta última aprovechó la visita para anunciar que el Ayuntamiento dedicará una calle en el barrio a Núria Feliu.