Nueva sorpresa en relación a la ex diputada antisistema, Anna Gabriel, hasta ahora fugada a Suiza. La antisistema ha regresado a España sin previo aviso y ha comparecido por su propio pie ante el Tribunal Supremo. Lo ha hecho después de pasar cuatro años en Suiza, donde había experimentado un llamativo cambio de vida: allí, abandonó su look punk por otro de marcado aire conservador y pasó a trabajar como líder de un sindicato suizo con sueldo astronómico: 100.000 euros anuales.
Ahora, ha vuelto a España para regularizar su situación. Recordemos que Gabriel fue destituida al aplicarse en octubre de 2017 el artículo 155 de la Constitución tras el golpe contra la legalidad perpetrado por el secesionismo. En marzo de 2018, huyó junto a la republicana Marta Rovira por su papel en la declaración ilegal de secesión, por lo que tres meses más tarde fue declarada en rebeldía. Gabriel fue investigada por un delito de desobediencia, pero no pesaba contra ella ninguna orden europea de detención. Y es que la falta supuestamente cometido no conlleva prisión, sino multa de hasta un año y la inhabilitación para cargo público en España.
Ha fichado a un abogado de la izquierda ‘abertzale’
Gabriel ha acudido al Tribunal Supremo acompañada de su nuevo abogado, Íñigo Iruin, conocido por defender a la izquierda vasca cercana a la banda terrorista ETA. Después de su comparecencia, el juez Pablo Llarena, instructor del procés, la ha dejado en libertad. En breve, sin embargo, será citada a declarar por desobediencia «en fechas cercanas». Según el auto, la detención no procede porque ella misma se ha personado voluntariamente ante el Tribunal. Tampoco lo hace la prisión preventiva pues, como se ha dicho, la hipotética condena no conlleva cárcel.