El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, y el de la Generlitat, el republicano Pere Aragonés, han mantenido este viernes un encuentro en Moncloa en el que han acordado que la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat se reunirá por tercera vez en Madrid a finales de este mes de julio. Sus integrantes, entre los que no hay representantes de Junts, comenzarán a trabajar en acuerdos para la «desjudicialización» sobre el procés separatista, según ha explicado el presidente Aragonés.
El republicano ha señalado que tanto por parte del Gobierno como de la Generalitat existe la «voluntad» de alcanzar acuerdos sobre esta cuestión. Así, según ha señalado Aragonés, en esta nueva etapa se trabajará para lograr lo que el separatismo llama «el fin de la represión» a través de «acuerdos parciales» que permitan «consensuar líneas de trabajo». Pero no quedan ahí las aspiraciones del Govern, que, según ha añadido el presidente, pretende ir más allá forzando al Gobierno a facilitar la celebración del referéndum de autodeterminación.
Una «buena noticia»
Aragonés ha calificado de «buena noticia» la nueva cita de la mesa de diálogo. Pero también ha dejado claro que este encuentro será solo un primer paso tras el cual será necesario «afrontar el conflicto» mediante la negociación sobre la celebración de una consulta legal, que es lo que pretende ERC desde hace tiempo. Se trata, ha subrayado Pere Aragonés, de dar respuesta «a la voluntad mayoritaria, amplia, sostenida y transversal» que reclama este referéndum.
Hechos y palabras
Pere Aragonés, por otro lado, ha indicado que «más importante que las palabras son los hechos». Por ello ha subrayado que en esta nueva reunión de la mesa de diálogo se han de tomar acuerdos. «Las convicciones, las voluntades y los compromisos», ha advertido, «ya no pueden ser de palabra. Han de ser de hechos».