Es sabido que la monarquía española incomoda enormemente al separatismo, que la identifica con el Estado que se propone disolver. Esta hostilidad aumentó, si cabe, después del discurso de Felipe VI en 2017, que respaldó a los catalanes alineados con la legalidad frente a quienes propugnaban su ilegitimidad. A nadie sorprende, pues, que la visita de hoy domingo de la princesa Leonor a Figueres (Gerona), haya desatado el malestar en la órbita nacionalista. Así, los principales lobbies secesionistas —la Assemblea Nacional Catalana, el CDR de la ciudad, el Consell Local per la República y Òmnium Cultural— han convocado para esta tarde a las 16.30 una manifestación delante de la Torre Galatea de la ciudad.
Cabe recordar que la alcaldesa de Figueres —localidad donde se alberga el célebre museo de Dalí, que la princesa visitará junto a su hermana Sofia—, es la republicana Agnès Lladó, que gobierna en coalición con el PSC, Guanyem y Canviem Figueres. Por otro lado, la familia real estará presente este lunes en los Premios de la Fundación Princesa de Girona, que se celebrarán en Cornellà ante la negativa del Ayuntamiento —en manos separatistas— a ceder un espacio para el evento. Asimismo, tanto el presidente Pere Aragonès como sus consellers plantarán a la casa Real tanto en los actos de hoy como en los de mañana.
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El separatismo ha perdido el 30% (casi 1 de cada 3) de los votos que obtuvo en 2017: de 2.079.000 a 1.456.000, més de 623.000 catalans han dit adéu al prusés, la secesión ya no les ilusiona, no ven necesario movilizarse.Y JORDI C. (OMNIUM) Y PUIGDEMONT DICEN :» VICTORIA HISTORICA.»