La ola de calor ha convertido Cataluña en escenario de varios incendios forestales que han hecho saltar las chispas entre la clase política. La situación, además, ha sido aprovechada por algunos representantes del sector de los bomberos voluntarios para exigir a la Generalitat una gestión adecuada de estos servicios que permita afrontar los cada vez más habituales incendios.
La crítica más llamativa ha sido la del líder del PSC, Salvador Illa, al presidente de la Generalitat, el republicano Pere Aragonés, por no haberse quedado en Cataluña estos días y haber preferido viajar a Ginebra para mantener un encuentro con la secretaria general de su partido, Marta Rovira, fugada de la Justicia española. Una cita a la que Aragonés ha acudido acompañado por cinco consellers de su gobierno.
Por otro lado, los incendios han puesto en evidencia la mala gestión de los servicios con que cuenta Cataluña para hacer frente a estas situaciones. Es el caso de los bomberos voluntarios, que han ido viendo en los últimos años cómo el Govern priorizaba los cuerpos profesionales aun cuando estos no son suficientes para actuar durante las campañas de verano. Así, estos días se pueden leer en Twitter numerosos mensajes contra la Generalitat por estas decisiones.