El desmayo de dos alumnos en una escuela de educación primaria de Manresa a causa de las altas temperaturas ha aumentado la presión para que se paren las clases en caso de que haga mucha calor, según ha avanzado Regió 7.
Sindicatos como USTEC han denunciado las condiciones que sufren tanto alumnos como docentes en las aulas ante elevadas temperaturas. En un Tweet, USTEC·STEs LLEIDA insta al Conseller d’Educació, Josep Cambray a «dejar el despacho de educación y volver a Lleida a hacer clase a casi 40 grados».
«Josep Cambray, deja el despacho de educación y vuelve a Lleida a dar clases a 40 grados como los docentes de aquí».
@USTEC·STEs LLEIDA
Aunque por suerte no hay que lamentar más consecuencias tras el desmayo de los dos alumnos de Manresa, la comunidad educativa pide que se tomen medidas para evitar que vuelva a suceder. Para ello, no basta con seguir las recomendaciones básicas ante altas temperaturas como beber mucha agua o vestir con ropa ligera. Se trata, insisten los afectados, de velar por la integridad física de alumnos y docentes parando, si es necesario, las clases en las horas de más calor.
Una problemática invisible en los medios
Otra cuestión que se está poniendo sobre la mesa en redes sociales es la poca repercusión mediática que tiene este «incumplimiento de riesgos laborales».
«Trabajando a 33 grados y no veo a nadie haciendo noticia de este incumplimiento de las normas de riesgos laborales».
@eduardnd1967