Sigue en marcha el plan para evitar que los docentes de la Universidad opten por el castellano a la hora de impartir sus clases. El objetivo declarado de la Consellería de Universidades es que al menos un 80% de las clases sean en catalán, reduciendo todo lo posible el uso de la otra lengua cooficial en Cataluña: el castellano. Una de las medidas puestas en marcha por los centros universitarios han sido la instalación de buzones para que los alumnos puedan denunciar a los profesores que se pasasen al español en sus aulas —no así para lo docentes que se pasen del castellano al catalán—.
Ahora, tal y como publica El Debate, el profesorado de la Universidad de Barcelona ha recibido un correo electrónico en el que el Delegado del rector para la Política Lingüística, Joan Santanach i Suñol, les pide participar en una prueba piloto de traducción simultánea para evitar que los docentes opten por el castellano si en el aula hay alumnos del resto de España o extranjeros. Se trata de «evitar las peticiones de cambio de lengua de la docencia que se produce cuando hay algún alumno que no entiende el idioma». Y para que no haya dudas, aclara que el ensayo se centrará en los grupos «en los que la lengua de impartición sea el catalán y entre el alumnado que haya estudiantes castellanohablantes que no lo entiendan».
El correo también informa de que la traducción se realizará a través de Microsoft Translator. Para ello, el profesor necesitará un ordenador y los alumnos un móvil y auriculares, pudiendo seguir la traducción tanto en la pantalla como con los cascos. Tan llamativa medida no ha tardado en generar sorpresa en parte del constitucionalismo. En concreto, la líder de Valents, Eva Parera, la ha definido en redes sociales como «absurda, enfermiza e irracional».