El nacionalismo lingüístico se impone en el Parlament. Después que los tribunales ordenasen le ejecución forzosa de la sentencia que establecía que el castellano debía ser vehicular junto al catalán al menos en un 25%, el PSC, los comuns y los partidos nacionalistas (ERC y Junts) excepto la CUP han logrado sacar adelante una ley para sortear dicho fallo. La norma indica estratégicamente que el catalán es la única lengua vehicular y que el castellano lo es solamente curricular —esto es, que forma parte del currículum como venía siendo hasta la actualidad—, pero evita expresamente fijar porcentaje alguno.
Las formaciones constitucionalistas —exceptuando al PSC, según el cual el «mejor servicio que podemos hacerle el catalán es alcanzar consensos como el de hoy»— han criticado duramente la norma y, en concreto, el papel desempeñado por los socialistas catalanes. «Es vergonzoso ver al portavoz del PSC asumir el discurso nacionalista», señaló el líder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa. «Asocia la integración de una persona en Cataluña con hablar catalán, hacer castells o que te gusten los castells. Que visión más rancia y casposa de lo que es ser catalán», agregó Carrizosa.
«La inmersión sería ilegal en el extranjero», según el PP
Por su parte, el líder del PP, Alejandro Fernández, denunció que «la inmersión, tal y como se aplica en Cataluña, es ilegal en todo el mundo democrático en el que confluyen dos o más lenguas oficiales», y que se trate al español como lengua extranjera».
La ley también ha sido duramente criticada por las entidades a favor del bilingüismo. La Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), que ha señalado que «el Parlament aprueba mantener el castellano como lengua secundaria en la escuela», y que «los partidos que defienden el nacionalismo lingüístico se niegan a darle el rango de vehicular». Sin embargo, ha agregado: «La sentencia se cumplirá a pesar de ellos y de sus maniobras de despiste». Por su lado, Escuela de Todos —que engloba a 15 asociaciones constitucionalistas incluyendo a la AEB— ha manifestado: «No nos engañan. Trabajaremos hasta conseguir el cumplimiento de la sentencia».