ERC no ha dudado este miércoles en mostrar su total sumisión a Junts y a los llamados «exiliados», es decir, Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí, tras el escándalo protagonizado por Gabriel Rufián. El portavoz de los republicanos en el Congreso ha llamado al ex líder de Junts «tarado» por haber declarado unilateralmente la independencia a finales de octubre de 2017.
El presidente del Govern, Pere Aragonés, se ha dirigido al responsable del grupo de Junts, Albert Batet, para expresar su disgusto por las declaraciones de Rufián. Ante un Batet con semblante serio, Aragonés ha dejado claro que no está de acuerdo con su compañero de partido: «Respeto a las personas que han destinado lo mejor de su vida a luchar por este país. Lo digo bien claro por mi parte y lo saben». Tras su intervención, ha sido el presidente del grupo de ERC en el Parlament, Josep Maria Jové, quien también ha pedido disculpas «de todo corazón».