Existe un fuerte contraste entre las repercusiones que ha ocasionado en España el caso Pegasus y las que ha obtenido en Europa. En nuestro país, a pesar de que se sabe de que las escuchas a dirigentes separatistas por parte de los servicios secretos contaron con autorización judicial y el informe en el que se basan las acusaciones presenta grandes lagunas, el caso se ha saldado con el cese de la directora del CNI, Paz Esteban. Sin embargo, las repercusiones fuera de nuestras fronteras han sido escasas.
Sin ir más lejos, la Comisión Europea ha descartado investigar el caso tal y como solicitaban los grupos separatistas alegando que no es tarea de la Comisión indagar en dichos fallos de seguridad sino de los Estados afectados.
«No ha habido quejas»
Ahora, el separatismo se ha llevado otro portazo en el ámbito europeo: la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O’Reilly, ha descartado hoy iniciar investigaciones sobre el caso Pegasus. O’Reilly ha afirmado ser «consciente» de los casos de espionaje acontecidos en países como España, pero ha señalado que, al no haber recibido ninguna queja al respecto, no se plantea hacerlo. En cualquier caso, ha explicado que si reciben quejas sobre la manera de proceder en este asunto de las instituciones o agencias de la UE, lo analizará.