Tan solo dos semanas después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) diese por cumplida la condena por desobediencia impuesta en 2019 al expresidente de la Generalitat Quim Torra —éste cumplió año y medio de inhabilitación y abonó una multa de 30.000 euros—, el peso de la Justicia vuelve a caer sobre él por otra desobediencia. En este caso, el Juzgado Penal número 6 de Barcelona lo ha condenado a 15 meses de inhabilitación y el pago de una multa de 24.000 euros. El motivo es que, si la vez anterior fue condenado por no quitar la pancarta a favor de los políticos presos del balcón de la Generalitat tras una orden de la Junta Electoral Central, en esta ocasión es por haber desobedecido a la misma petición a instancias del TSJC en 2019.
El auto del juez ha justificado la condena recordando que «no cabe entender amparados los hechos del acusado por el ejercicio legítimo de los derechos fundamentales aducidos o la inviolabilidad parlamentaria». Y a pesar de que Torra se jactó de no acudir a su cita con el juez alegando en un vídeo colgado en redes que «no reconocía la legitimidad de la Justicia española», el hecho no ha tenido repercusiones en la condena porque no estaba obligado a presentarse ante el magistrado.
La respuesta de Torra en redes no se ha hecho esperar, que en nuevo vídeo ha asegurado ser una víctima de más de los «3.000 represaliados» por la opresión del Estado español. En la cinta, el expresident mantiene que la condena forma parte de una «causa general contra el independentismo», por lo que recomienda «retomar la iniciativa». A este respecto, anima a ERC a romper con el Gobierno de Sánchez porque la «represión» convierte este pacto ilegítimo. Ante este panorama, ha concluido: «La independencia es más necesaria que nunca»