El Govern gastará 500.000 euros en la imposición del catalán a los refugiados procedentes de Ucrania. Así lo ha anunciado este viernes el departamento de Cultura, dirigido por Natalia Garriga. En una nota de prensa, el departamento ha explicado que este dinero se utilizará a través del Consorci per a la Normalizació Lingüística mediante programas de «dinamización, fomento y formación en catalán».
El objetivo de este «refuerzo» es, según ha indicado Cultura en la misma nota, «otorgar más recursos a los programas de formación básica de lengua catalana para las personas refugiadas». De este modo, ha añadido, «disminuirán las listas de espera para recibir clases de catalán». Es decir, los 500.000 euros servirán básicamente para «afrontar el incremento de personal necesario para ofrecer formación de catalán a las personas refugiadas en Cataluña».
Entidades como Sociedad Civil Catalana (SCC) han criticado duramente la medida, recordando que esta imposición lingüística refleja cómo la «ideología» se sitúa por delante de «las necesidades reales». «Mientras tanto», ha recordado la asociación constitucionalista en su cuenta de Twitter, «las familias acogedoras siguen sin apoyo económico de la Administración».