Las escuchas del CNI al separatismo —que según el Gobierno fueron individualizadas y perfectamente legales— están poniendo en peligro la alianza con éste que mantiene el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Así, después de que los partidos secesionistas hayan puesto el grito en el cielo exigiendo dimisiones al más alto nivel por el supuesto escándalo, el Ejecutivo ha adoptado un perfil bajo y señalado la legalidad de su actuación. Eso sí, algunos medios han publicado que la firmeza de la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha incomodado tanto a los secesionistas que Sánchez podría dejarla caer para satisfacerlos y evitar que el bloque de investidura salte por los aires.
En cualquier caso, los partidos separatistas (ERC, Junts per Catalunya y la CUP) ya han anunciado que hoy votarán en contra del plan anticrisis diseñado por el Ejecutivo para paliar los efectos de la invasión rusa de Ucrania. Y si alguien duda de que el rechazo al plan se encuentra motivado por las escuchas de Pegasus, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, aclaró el sentido de ese voto explicando que «tocar la agenda legislativa es el único idioma que entiende el PSOE». Por su parte, el PDeCAT marca perfil propio y votará a favor del decreto anticrisis porque, como explicó su portavoz Ferran Bel, «no están en el no a todo».
Bildu respalda al Gobierno por «responsabilidad»
Sin embargo, el rechazo del separatismo catalán al plan no logrará tumbarlo porque, como se ha sabido esta misma mañana, EH Bildu votará a favor de él, con lo que el Gobierno logrará sacarlo adelante sumando 175 síes. Y es que, pese a que el partido de izquierda nacionalista ha criticado duramente el espionaje a los secesionistas catalanes, ha decidido respaldar a Sánchez por «responsabilidad hacia los ciudadanos». «Pero que nadie se confunda: aprobaremos este decreto por la gente, no por el Gobierno, porque nuestro compromiso es para con la ciudadanía, no para con este Gobierno», han subrayado.