Pese a que el nacionalismo trata de preservar a toda costa su sistema de inmersión lingüística en las escuelas —que pasa por excluir de manera sistemática el castellano como lengua vehicular en la Educación catalana— la Justicia acude una vez más en defensa de las familias damnificadas. En esta ocasión, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha ordenado medidas cautelares para que se imparta el 25% de las asignaturas en castellano en dos nuevos centros catalanes. Esta es la primera actuación judicial del TSJC después de que el fallo del 25% entrase en vigor —los autos se notificaron el pasado 2 y 16 de marzo.
Así, después de la demanda presentada por dos familias cuyos hijos estudian en los centros en cuestión, el TSJC ordena a los colegio a impartir en castellano «además del área, materia o asignatura lingüística correspondiente a su aprendizaje, cuanto menos otra área, materia o asignatura no lingüística curricular de carácter troncal o análoga». Asimismo, recuerda que en esta asignatura el «material didáctico necesario deberá corresponderse con la lengua docente».
La responsabilidad atañe a los directores
Por otro lado, la sentencia hace hincapié en que los directores deben obedecer sin excusa ni dilación lo establecido por ella. Para ello, insta al «director o directora de la escuela, mediante la notificación de esta resolución, para que adopte las disposiciones pedagógicas oportunas en orden a la efectiva ejecución de lo acordado, dando cuenta detallada al tribunal en el plazo de un mes». En este sentido, recuerdan que conviene «no requerir» a la Generalitat el ejercicio de sus competencias por haberlas «incumplido». Y aclarán: «Corresponderá al director o directora del centro educativo concernido adoptar las disposiciones pedagógicas oportunas para que, en el curso y clase donde sigue sus estudios el hijo/a de la recurrente, se cumpla lo antedicho».