La exigencia de derechos lingüísticos por parte de la comunidad castellanohablante en Cataluña —mayoritaria en la región— está consiguiendo sublevar al nacionalismo hasta cotas inéditas. Así, el hecho de que la Justicia haya dictaminado que el español sea lengua vehicular en la escuela al menos en una proporción del 25% junto al catalán ha levantado indignación dentro del separatismo, que después de manifestarse en contra del fallo y de protagonizar escraches contra una familia en Canet, ha prometido desobedecer la sentencia. A esta espiral se suman ahora dos activistas en Vic (Barcelona) que han iniciado una huelga de hambre contra el 25%.
«Hay que pasar a la acción. La sentencia del Tribunal Supremo (del 25% de clases en castellano) ha sido la gota que ha colmado el vaso», según Jaume Sastre, que ha emprendido la protesta con Carles Furriols. El primero ya dejó de comer 41 días en 2014 contra el trilingüismo impulsado por José Ramon Bauzà en Baleares. Ahora, ambos hacen una llamada a «desobedecer» y «plantar cara» a los jueces. «¿Como se atrevan a imponer un 25% de catalán (en las escuelas) si los jueces solo hacen un 7% de sentencias en catalán en Cataluña?», denuncia Sastre. Los activistas se alojarán en el Consell Local per la República de Vic y alargarán su huelga monolingüe hasta el 28 de abril, cuando se votará la norma pactada entre el PSC y nacionalistas para sortear el 25%. Ambos se oponen a dicha modificación por considerarla tibia.
La iniciativa contó ayer con el respaldo del expresidente Quim Torra, inhabilitado por desobediencia a finales de 2020, que visitó a los activistas en Vic. «Estoy en Vic para mostrar mi apoyo a Jaume Sastre y Carles Furriols, acompañados de Biel Majoral, en su determinación en defensa de la lengua». Y añadió: «Hoy (por ayer) comienzan una huelga de hambre por el catalán para exigir la protección del catalán y la inmersión ante los ataques constantes del Estado Español».