No son pocos dentro del ámbito constitucionalista que desconfiaban de que la Generalitat acatase la sentencia del 25% de castellano escolar dictada por los tribunales. Y es que, tras afirmar el Govern en repetidas ocasiones que no acatarían el fallo y mantendrían la exclusión del castellano, los partidos nacionalistas junto al PSC impulsaron un nuevo marco legal para esquivar la aplicación de la sentencia. Por eso, a muchos no sorprende que, llegado el momento, hayan decidido desobedecer la sentencia —cuyo plazo para aplicarla voluntariamente venció el pasado 28 de marzo— y negar el derecho a una familia a que su hijo estudie en castellano tal y como había solicitado.
Lo explica hoy diario El Mundo, que da cuenta que una familia de la Escuela Emili Juncadella de Barcelona había pedido el 25% de español para su hijo, siendo negada su solicitud el pasado 29 de septiembre por la conselleria de Educación. La familia impugnó ante los tribunales la decisión del Departamento, asesorados por la entidad Hablamos Español. El caso es que ahora la Generalitat ha exigido al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que tumbe esa impugnación. «La familia no tiene ningún derecho a determinar un porcentaje de uso de la lengua castellana como vehicular ni ningún otro poder público podría hacerlo que no fuera la Administración educativa competente, que en Cataluña es la Generalitat», han asegurado al juez.
Lo llamativo del caso es que el escrito con dicha argumentación fue enviado por la abogada de la Generalitat al Tribunal Superior de Justicia el pasado 29 de marzo. Esto es, un día después de que terminase el plazo para aplicar el fallo del 25%.
Tan explícita desobediencia no ha tardado en ser respondido por algunas voces del constitucionalismo, como es el caso del miembro fundador y exdiputado de Ciudadanos Xavier Pericay, que al conocer la noticia ha manifestado: «Espero que el Gobierno de España tome cartas en el asunto. Es decir, conmine al de la Generalitat a cumplir las sentencias».
Soy originario de una comunidad de lengua castellana. Viví varios años en Cataluña, cuyo idioma aprendí, a tal punto que al irme tenía los títulos de profesor, traductor e intérprete de catalán. Recuerdo que unos días antes de las elecciones del 12 M del 2.000, en el diario “Avui”, portavoz de CiU, la escritora Isabel Clara Simó escribía lo siguiente: “ España es un grano que le ha salido en el culo a Cataluña, un grano que hay que rascarse el 12 M”. Unos meses después escribía “Queremos la independencia porque somos una nación rica en un estado pobre”.
Al irme de Cataluña tiré por la taza del retrete los mencionados títulos, después de haberme limpiado el culo con ellos. Y es que, ya puestos a insultar, que no me gusta, en la aldea global en que vivimos, no quiero hacer rica una lengua que no es pobre: ES MISERABLE.