«Más papistas que el Papa». A más de uno puede venirle a la cabeza esta expresión tras la actitud de los sindicatos ante la postura de la conselleria de Educación sobre la sentencia del Supremo que obliga a los centros a impartir al menos un 25% de castellano en las aulas. Como es sabido, el departamento dirigido por Josep Lluis Gonzàlez-Cambray no ha tomado ninguna medida para aplicar la sentencia pese a que ya ha vencido el plazo para hacerlo —es más, ha instado a los equipos docentes explícitamente a desobecederla—. Sin embargo, esto no parece ser suficiente para los sindicatos del ramo, que reclaman más firmeza a la hora de defender la exclusión del castellano. Esto es, que Educación asuma ya la responsabilidad en este incumplimento, así como que ofrezcan «cobertura legal de todo el personal de los centros».
Concretamente, tal y como ha divulgado la Asamblea por un Escuela Bilingüe (AEB) en Barcelona en redes sociales, entre las reclamaciones de los sindicatos —que esta tarde han convocado una manifestación por la inmersión lingüística— se cuenta, el «mantenimiento de la inmersión lingüística», la «asunción de responsabilidad y cobertura legal a centros y profesorado por parte del departamento» e «incremento de aulas de acogida» (aulas en las que se separa a los alumnos extranjeros y procedentes de otras comunidades del resto para darles cursillos intensivos de catalán). Los sindicatos que efectúan tales reclamaciones son USTEC, CCOO, UGT, Intersindical, CGT, Eusoc y Aspec-sps.