Pese a que la mayoría de los catalanes rechaza ampliamente la exclusión del castellano en la escuela —según una encuesta de GAD3, solo apoya la inmersión un 9%, decantándose el 85% por un modelo bilingüe o trilingüe—, el nacionalismo catalán está peleando con uñas y dientes por preservar el monolingüismo escolar, una de las joyas de la corona de su proyecto de construcción nacional. Así, primero anunció que desobedecería la sentencia del Supremo que establece un 25% de español y ahora ha pactado con el PSC un nuevo marco normativo que pretende sortear su aplicación. En medio de este conflicto lingüístico, sin embargo, el constitucionalismo podría obtener una importante victoria simbólica: que una de la asociaciones que más ha hecho por el bilingüismo escolar, la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), se alzase con el próximo premio Princesa de Asturias de la Concordia.
Y es que la AEB, presidida por Ana Losada, es una de las candidatas al galardón a propuesta de la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo y la responsable de programación del Centro Libre de Arte y Cultura, Paula Añó. La candidatura cuenta con los avales de importantes intelectuales y políticos como Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, Andrés Trapiello, Andreu Jaume, Félix Ovejero, Inés Arrimadas o Alfonso Guerra. Tal y como recuerdan las promotoras en un comunicado, la «AEB fue creada en 2013 por Ana Losada y José Domingo con el objetivo de reclamar a las instituciones que garanticen la neutralidad ideológica de los centros educativos en Cataluña y, singularmente, el derecho de los alumnos a recibir una enseñanza en sus dos lenguas oficiales: el catalán y el castellano».
Luego, después de recordar el significado papel que ha desempeñado la entidad en que la Justicia dictase la sentencia del 25% en español, destacan que la «labor de la AEB trasciende a la defensa de los derechos lingüísticos. La suya ha sido una batalla paciente, perseverante, pacífica y heroica, en el sentido más hondo y sobrio de la palabra, en aras de la concordia». Y añaden: «Al reivindicar el bilingüismo en la escuela, la AEB ha desmontado una de las ficciones que de forma más perversa ocultaban la realidad social de Cataluña. Ni identitariamente homogénea, ni ideológicamente monolítica: Cataluña es tan diversa como el conjunto de España. Y su diversidad merece exactamente el mismo respeto y reconocimiento».