El acuerdo alcanzado entre el PSC, ERC, Junts y En Comú-Podem para que sean los directivos de los centros escolares los que decidan qué porcentaje de castellano debe impartirse en las aulas no ha gustado al separatismo más radical. En redes como Twitter el mensaje «no en el meu nom» se ha ido replicando a lo largo de la tarde. Uno de los primeros en publicarlo ha sido el ex presidente de la Generalitat, Quim Torra.
La CUP también ha mostrado su total rechazo al acuerdo. El cupaire Carles Riera ha asegurado que es «un pacto contra la inmersión lingüística». Ha exigido a las formaciones que firman la propuesta de modificación de la Ley de Política Lingüística que la retiren «porque integra la sentencia del 25% de lengua castellana en las aulas». Todo ello a pesar de que deja este criterio en manos de unos equipos directivos que están mayoritariamente a favor de la inmersión total en catalán.
Riera, además, ha hecho una llamada a los separatistas para que den «una respuesta masiva». «Defendemos el modelo de escuela catalana«, ha añadido, «la inmersión como herramienta de cohesión social y de igualdad de oportunidades».