El Defensor del pueblo catalán, Rafael Ribó, vuelve a alinearse con las posiciones más duras del nacionalismo catalán. En esta ocasión, el Síndic de Greuges ha presentado un informe en el que aboga por mantener la exclusión del castellano en las aulas catalanas frente a la sentencia del Supremo que establece que esta lengua sea vehicular junto al catalán en al menos un 25%. Tanto asociaciones como la Asamblea por una Escuela Bilingüe como los tribunales han constatado que su presencia actual en los colegios catalanes es residual. Sin embargo, según Ribó, el español ya está presente en las aulas en una proporción superior al citado 25%, por lo que aplicar la sentencia provocaría «disfunciones» en el sistema.
Para sostener dicha tesis, recogida en el dosier Derechos y usos lingüísticos de los niños y adolescentes en Cataluña. La escuela como garantía de la igualdad de oportunidades, se basa en una encuesta realizada a finales de 2021 a 52.522 alumnos catalanes de 5º de primaria y de 3º de ESO. En ella, se constata que el castellano se imparte solo en el 18% de las materias de primaria frente a un 71,6% en catalán. Sin embargo, Ribó, a partir de esa cifra, especula —sin aportar pruebas— que en realidad el castellano está presente en un 33% de las materias si se tiene en cuenta también la lengua que usan los alumnos entre sí, para dirigirse al profesor o en el recreo.
Críticas del constitucionalismo
El informe ha sido criticado por distintas voces dentro del constitucionalismo. «El Defensor del Pueblo, contra el pueblo», ha denunciado en redes la analista Andrea Martínez Molina. «Y se basan en una encuesta en la que preguntaban a los alumnos menores de edad, sin consentimiento del tutor legal, por la lengua de padres, amigos, etc», añade.Por su parte, la periodista Rosa Cullell ha ironizado: «Los niños catalanes aprenderán castellano jugando al corro de la patata y al churro, media manga. No necesitan más, según el Síndic».