Las pruebas entorno a los estrechos contactos mantenidos por el separatismo catalán con el Gobierno ruso para granjearse su apoyo no dejan de sucederse. Ayer informábamos de que los encuentros de la mano derecha de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, con miembros destacados del poder ruso se produjeron hasta febrero de 2020, justo antes de la irrupción de la pandemia de la Covid-19. Ahora, El Confidencial y El Periódico desvelan que Puigdemont se reunió un supuesto espía ruso en Ginebra en 2019.
Al parecer, Puigdemont aprovechó su participación en el Foro Internacional Crans-Montana a finales de junio del 2019 para verse con Alexander Dmitrenko, un ciudadano ruso residente en Barcelona que ha visto denegada la nacionalidad española por su supuesta vinculación con los servicios de inteligencia rusos. La cita fue propuesta por el jefe de la oficina de Puigdemont, Alay. Asimismo, el grupo de Puigdemont se sirvió de la ayuda de Dmitrenko para mantener otra cita con Yuri Emelin, un gestor de patrimonio ruso afincado en Suiza.
ERC se desvincula
Los contactos de Puigdemont con el entorno de Putin han sido criticados hoy incluso por una formación separatista como Esquerra Republicana de Cataluña, que, tras la invasión rusa a Ucrania, trata de cortar cualquier lazo del secesionismo con Putin. Así, para su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, los líderes neoconvergentes que recabaron el apoyo ruso «eran señoritos que se paseaban por Europa reuniéndose con la gente equivocada pensándose que eran James Bond».Y ha añadido: «Es una frivolidad. No nos representan».