El presidente de la Generalitat, el republicano Pere Aragonés, ha dado marcha atrás en su decisión de plantar de nuevo a la Conferencia de Presidentes autonómicos con Pedro Sánchez que se celebrará en La Palma el próximo domingo. El objetivo del encuentro es analizar la situación en la que entrará en España a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania. De ahí que Aragonés haya decidido asistir porque, ha dicho, «la situación es excepcional».
El republicano ha comunicado su decisión a Sánchez por escrito en una carta en la que ha asegurado que «Cataluña siempre ha estado al lado de la democracia, la paz y los derechos humanos». En el mismo escrito, Aragonés pide al presidente del Gobierno que se analicen diversas cuestiones como la coordinación de la acogida de los refugiados ucranianos en España. Reclama también la creación de «un fondo específico para hacer frente a los gastos extraordinarios» que provocará a todas las comunidades «la necesidad de acoger a personas refugiadas». El mismo fondo, ha añadido, debe servir para «ayudar a paliar los problemas económicos generados por la guerra a la ciudadanía y a las empresas catalanas».
Soluciones para la crisis energética
Aragonés también ha reclamado a Sánchez poner sobre la mesa de la Conferencia de Presidentes «la situación energética en Europa» con el objetivo de «adoptar medidas concretas para mitigar el impacto del precio de la energía sobre las empresas y los hogares catalanes».
El presidente auténtico, no obstante, ha dejado también claro en su carta que participará en este encuentro por «la situación excepcional provocada por el inicio de una guerra en el continente europeo». Algo que, ha añadido, «nos obliga a todos a sobreponernos y pensar en nuestro compromiso humanitario y, a la vez, en la necesidad de paliar los efectos de la crisis económica sobre la ciudadanía de Cataluña».