El jefe de la diplomacia europea, el socialista Josep Borrell, ha pedido este miércoles a los ciudadanos de la UE «bajar la calefacción» con el fin de poder reducir la dependencia del gas procedente de Rusia. Una dependencia de que la unión pretende recortar en dos tercios de aquí a fin de año, según ha indicado Borrell.
Borrell ha reclamado a «todo el mundo» un «esfuerzo individual» consistente en «recortar el consumo de gas». Y ha equiparado este gesto con la reducción del consumo de agua en tiempos de sequía y la utilización de las mascarillas durante la pandemia de COVID-19. Se trata, ha asegurado, de «cortar el cordón umbilical» que une a la UE con Rusia en forma de gas.
Dinero para la guerra
El objetivo es «cortar el flujo que le permite acumular reservas con las cuales financiar la guerra» contra Ucrania. Algo que se puede hacer «a nivel política macro» con las sanciones impuestas por la Comisión Europea a Rusia, pero que ahora debe completarse con el esfuerzo que Borrell, que cobra anualmente un sueldo de 325.000 euros, pide a los ciudadanos de la unión.