En un delirante vídeo alabando las virtudes de la asociación Consell per la República, el fugado Carles Puigdemont ha pedido a los separatistas que se inscriban en el Registro de Ciudadanos de esta institución apelando a que así tendrá más fuerza a nivel internacional y sin mencionar que, para hacerlo, es necesario realizar un aportación económica de un mínimo de 10 euros anuales. Desde su creación en 2018, la entidad ha logrado la inscripción de unos 100.000 separatistas, una cifra muy alejada de los 2 millones de personas en los que habitualmente se cuantifica el movimiento. Y una cifra que, a la vista del vídeo, se queda corta para los altos propósitos que dice tener.
En el vídeo, además de Puigdemont, intervienen los también fugados Toni Comín y Lluís Puig; el ex diputado de Junts Lluís Llach y la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie. En sus intervenciones explican cuáles son las funciones de esta asociación creada en Waterloo y que, desde las elecciones de febrero de 2021, intenta sin éxito tutelar al gobierno del republicano Pere Aragonés.
El corazón del procés
«No somos una entidad al margen«, dice Puigdemont en su intervención, «somos el corazón del procés». Comín, por su parte, desliza a modo de crítica que el Govern de Aragonés es tan solo un gobierno autonómico y que el Consell per la República se creó «para defender y mantener vivo el mandato del 1 de octubre y para liderar la estrategia para hacerlo plenamente efectivo».
Lluís Puig recuerda, por su parte, que el Consell per la República forma parte del acuerdo de investidura rubricado por ERC, Junts y la CUP en 2017 y que elevó a Quim Torra a la presidencia de la Generalitat. Y añade: «Obtiene así la legitimidad orginaria de la soberanía del pueblo expresada el 1 de octubre y en las elecciones».
El líder de Demòcrates, Toni Castella, defiende en el vídeo que, en caso de que España volviera a aplicar el artículo 155 en Cataluña, el Consell per la República sería «la única institución con legitimidad para representar al pueblo catalán». La sorpresa llega con la posconvergente Aurora Madaula que, al explicar la enésima hoja de ruta separatista, da a conocer que entre las funciones del Consell per la República está la de la «preparación psicológica individual o colectiva» de los independentistas «para la respuesta represiva del Estado español».