Parte del constitucionalismo catalán no ve con buenos ojos que, tras la caída de Pablo Casado como líder del PP por su guerra con Ayuso, el próximo presidente popular pueda llegar a ser el actual presidente de Galicia Alberto Nuñez Feijóo. Y es que, pese a que su éxitos electorales en la comunidad gallega certifican su tirón popular —al menos entre el electorado gallego—, voces no nacionalistas han advertido de que su nacionalismo gallego moderado y sus políticas lingüísticas en Galicia podrían suponer que, una vez en el poder, Feijóo no defendiese a los catalanes constitucionalistas tratando de apaciguar al nacionalismo en lugar de confrontarlo, una vía que consideran se ha demostrado contraproducente.
Una de estas voces ha sido la del exdiputado de Ciudadanos y autor de Historia de la resistencia al nacionalismo en Cataluña, Antonio Robles, que ha publicado en Libertad Digital una columna titulada Feijóo, el CIU de Galicia. En ella, Robles alerta de que Feijóo «en Galicia sigue al pie de la letra las huellas de CiU en políticas identitarias y lingüísticas. Con sorna, en nombre de la defensa de España». Por este motivo, Robles piensa que su elección como líder de los conservadores es una mala decisión desde el punto de vista electoral. «En Galicia podrá mantener a raya a Vox y a Cs, como hacía Pujol en Cataluña, pero en la España de 2022, su equidistancia exquisita no le servirá para frenar a Vox, muy al contrario, desangrará al PP», explica.
«Malas noticias para el constitucionalismo catalán»
En una línea semejante se expresa Alejandro Tercero en Crónica Global bajo el elocuente título Feijóo, una mala noticia para los constitucionalistas catalanes. «Que un nacionalista gallego asuma el liderazgo del principal partido de la derecha a nivel nacional (y con opciones a gobernar el país a medio plazo) es una mala noticia para los no nacionalistas, en general, y para los no nacionalistas catalanes, en particular», advierte Tercero. «Y, si no», aclara, «que se lo pregunten a la asociación Galicia Bilingüe (hoy integrada en Hablamos Español) y a su presidenta Gloria Lago, que lleva años peleando por los derechos de los castellanohablantes en la educación y en la administración autonómica gallega».
Por último, el columnista se pregunta: «¿Alguien en su sano juicio cree que Feijóo (llegue o no su partido a la Moncloa) moverá un dedo para defender a los catalanes no nacionalistas frente a los abusos de la Generalitat?».