El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, ha dejado entrever este lunes que es posible que en breve los españoles puedan dejar de llevar mascarillas en el interior. Así lo ha señalado tras reunirse en Moncloa con la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen. Los daneses ya están libres de medidas contra el COVID-19 desde principios de este mes de febrero y, por el momento, los resultados están siendo positivos.
Sánchez ha dejado claro que España cumple «la condición necesaria» de contar una amplia cobertura vía vacunas contra el virus. Algo que facilitará el decir adiós a los tapabocas. El presidente, sin embargo, no se ha aventurado a dar una fecha aproximada. «Hemos compartido», ha señalado Sánchez en declaraciones recogidas por El Periódico de Cataluña, «que, efectivamente, la condición necesaria es tener un porcentaje de vacunación como el que tienen las sociedades española o danesa».
En España, el 91% de la población tiene ya la pauta completa, mientras que un 49,7% ha recibido la dosis de refuerzo. En el caso de Dinamarca, los vacunados son ya el 81,7%, mientras que tienen el refuerzo el 62%. Sin embargo, las tasas de contagios son muy diferentes en ambos países. Por cada millón de habitantes, la tasa de contagiados en Dinamarca es de 6.741 mientras que en España baja hasta los 626.