El activismo separatista más extremista está perdiendo la batalla en su empeño por seguir cortando el tráfico en la Meridiana. Después de que la conselleria de Interior prohibiese la interrupción del tráfico —que el separatismo ha venido practicando durante dos años—, han insistido en apoyar a Meridiana Resisteix figuras destacadas como la propia presidente del Parlament, Laura Borràs, que llegó a personarse junto a los activistas en la conocida arteria la semana pasada. Aún así, el secesionismo no ha logrado mantener viva la llama de esta lucha: ayer, por cuarto día consecutivo, los Mossos d’Esquadra lograron desalojaron a los escasos manifestantes sin apenas esfuerzo.
Ante este fracaso, Meridiana Resisteix ha llamado a manifestarse en el mismo punto todo el fin de semana. De la misma manera, se han mostrado muy críticos con la conselleria de Interior por prohibir los cortes, ya que, a su juicio, estos revelan la «indignidad y la represión de un gobierno títere en manos de Estado fascista y opresor».
Sin embargo, pese al maximalismo de estas declaraciones, estas concentraciones separatistas han perdido fuelle, siendo cada vez menos los radicales que acuden al lugar. Frente a esta evidencia, organizaciones secesionistas como la Assemblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y el Consell per la República de Puigdemont han echado los restos y han fletado autobuses para paliar la falta de asistencia. Así, el próximo martes 22 de febrero saldrá un autobús de Berga a las 17.30 para acudir a la Meridiana bajo el reclamo «Ven con nosotros al corte de la Meridiana». El bus, sin embargo, no será gratis, y quien quiera adquirirlo deberá abonar diez euros.