Nuevo tanto para el constitucionalismo que aboga por el bilingüismo vehicular frente al monolingüismo defendido por los nacionalistas. En este caso, en Baleares. Allí, el Parlament debatirá y votará la nueva Ley de Educación, que contempla incluir el castellano como lengua vehicular junto al catalán. El hecho ha desagradado a distintas entidades culturales nacionalistas como el Moviment per l’Escola en Català u Obra Cultural Balears (OCB), tildándolo la primera de «inaceptable».
Esto es así, según este organismo, porque la «lengua propia y minoritaria de Baleares es el catalán. Los poderes públicos tiene que protegerla y promoverla». También ha protestado porque dicho requisito «ni siquiera queda establecido en la Lomloe». Para la plataforma, «incorporar la vehicularidad del castellano significa agravar más la situación de emergencia lingüística que padece el catalán». Por ello, Moviment ha solicitado una reunión de urgencia con la presidenta del Govern, Francina Armengol, y al conseller de Educación y Formación Profesional, Martí March, para detener la tramitación de la ley.
Por su parte, OCB pidió una «rectificación urgente» de la política lingüística del Govern para defender el catalán: «No se puede esperar ni un día más».