Después de la conferencia de ayer del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, fuertemente criticada por Junts per Catalunya —el diputado Joan Canadell, por ejemplo, criticó en redes que en lugar de fijar un plazo para la secesión Aragonès hablase de una mesa de negociación «sine die»—, hoy el secretario de la formación neoconvergente, Jordi Sànchez, ha cargado contra el president de forma inequívoca y contundente: «Cataluña no tiene un liderazgo fuerte». Y añadió: «No tenemos un Govern que marque una puta que permita que la cuestión catalana esté sobre mesa en Moncloa o en Europa».
Siendo así, Sànchez, que recordó que desde su partido ya habían advertido de que no se daban las condiciones para una mesa de negociación con el Gobierno central, recomendó disponer de «una alternativa a la mesa de diálogo», que es la gran apuesta de Aragonès. Por otra parte, Sànchez cargó contra el discurso de líder republicano haciendo hincapié en que «tan importante es lo que dijo como lo que no dijo». Y es que, para Sànchez, resultó imperdonable que no hiciese ninguna mención en su alocución al que ellos siguen considerando como el gran líder simbólico del separatismo: el «exiliado» Carles Puigdemont.
Por último, reprochó a Aragonès que afirmase que los indultos fueron el primer fruto del diálogo con el Estado. «A mí nadie me dijo que los indultos fuesen parte de una negociación política. Creo que llegaron porque interesaban al gobierno español». Por ello, Sànchez espera ahora que Aragonès ofrezca explicaciones más detalladas sobre dichas negociaciones.