El centro derecha ha arrasado en Castilla y León. El Partido Popular vuelve a ganar las elecciones y los castellanos y leoneses han brindado una nueva oportunidad a su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, de continuar con las políticas que estaba implementando hasta ahora. Por lo tanto, el Partido Popular consolida junto a VOX el giro político en España y se podrá demostrar que se puede gobernar con cabeza, al margen de los titulares que quiera dejar la izquierda.
«El Partido Popular consolida junto a VOX el giro político en España y se podrá demostrar que se puede gobernar con cabeza».
El PSOE ha sido incapaz, pese a dopar la campaña electoral con las promesas de los fondos de la UE Next Generation (ayudas, subvenciones y no pocas campañas de marketing teledirigidas desde Moncloa), de superar al Partido Popular. Vox irrumpe en el tablero castellano y leonés con una fuerza notable, por lo que se le tendrá que escuchar y sumar si se quiere gobernar en Castilla y León. El centro derecha está en plena forma y si los españoles reflejan a nivel nacional los resultados que se están cosechando, primero en Madrid, ahora en Castilla y León y próximamente en Andalucía, Pablo Casado será presidente del gobierno y podrá demostrar a los españoles una vez más que las políticas liberales de centro-derecha crean empleo y prometen un futuro ilusionante para todos los españoles.
Y los jóvenes son, una vez más, el motor de cambio. Cada vez más jóvenes apuestan por unas políticas con criterio que vayan más allá del mero reparto de ayudas que, como se suele decir coloquialmente, son pan para hoy y hambre para mañana.
La falta de perspectiva, de proyectos y de ambición nacional por parte de los partidos de la izquierda, hacen surgir a partidos regionalistas que, por mucho que tengan buenas intenciones o incluso reivindicaciones legítimas, solo traen división y comparten una triste y torpe visión de su tierra que ha sido la que ha parido el mayor legado que podríamos tener: España.