Una de las frases que el artífice del procés, el expresident Artur Mas, dejó para la posteridad fue la que pronunció en 2014 en relación a la consulta separatista del 9N: «Hay que engañar al Estado». Esta manera de entender la política, basada menos en la visceralidad y más en la astucia y el engaño, le valió a Mas un apodo que también ha fructificado: El Astut. Pues bien, ahora el líder nacionalista ha vuelto a mostrar esta faceta proclive a los ardides en política en una entrevista en el diario Vilaweb, en la que ha llamado a burlar la sentencia del Supremo que establece un 25% en las escuelas catalanas simulando que sí se acata.
«El Govern tiene que acatar las sentencias, pero no hace falta que las aplique. ¿Cómo se hace esto? Con sutilezas. Una cosa es catar la sentencia y otra encontrar caminos para continuar defendiendo una modelo de inmersión lingüística que es lo que toca defender», sugiere Mas en la entrevista. Y al preguntarle el entrevistador si eso significa fingir que se aplica el 25%, contesta: Encontrar mecanismos que, al final, den salida a una situación judicial y legal que no podremos cambiar. Porque estas sentencias no las cambiaremos y habrá más. Dentro de este terreno de juego, ¿cómo puedo hacer las cosas para preservar la esencia? Aquí tienes que aplicar tu inteligencia y audacia, y no hay que proclamarlo tampoco a los cuatro vientos. Es aquello que decían desde hace muchos siglos en España respecto a Cataluña: Que se consiga el efecto, sin que se note el cuidado«.