Los partidos nacionalistas y el PSC, como ya informó ElLiberal.cat, han pactado la renovación de varios altos cargos, entre ellos la del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que dará paso a la abogada Esther Giménez-Salinas, profesora de Derecho penal y exrectora de la Universidad Ramón Llull. Sin embargo, el controvertido Ribó —que ha ocupado el cargo durante 17 años y cuyo mandado se ha caracterizado por posturas siempre afines al nacionalismo— ha elaborado un último informe en el que aprovecha para defender la inmersión lingüística y cargar contra el fallo del Supremo que instaura un 25% de castellano en las aulas catalanas.
En su informe, el Síndic elabora una defensa cerrada de la inmersión, a la que se refiere como «un factor de cohesión y vertebración social apartidista durante décadas». Sin embargo, se lamenta de que «este buen sistema está hoy amenazado por ataques demagógicos que menosprecian la realidad y el consenso social y científico en torno a la enseñanza». En la misma línea, asegura que el dictamen de los tribunales sobre el 25% «interfiere el marco jurídico vigente» porque ignora que el «castellano ya es en realidad vehicular en nuestra sistema educativo». Pese a lo que asevera Ribó, la AEB demostró en base a los planes lingüísticos de los centros que la presencia del castellano en estos era marginal.