La indignación crece por minutos en Ourense ante un frenazo inesperado en el juicio por la muerte de Nerea Añel Vázquez. Parecía que la instrucción había cogido carrerilla después de que hace tan solo unos días, la magistrada que investiga el caso, Eva Armesto detallase en un auto, recogido por La Voz de Galicia, hasta diez indicios por los que considera que Julio G. S., novio de la joven, debe ser juzgado por un presunto delito de homicidio y otro de malos tratos.
Diez motivos por los que la jueza considera que debe responder ante un jurado
«Resulta verosímil la atribución que de los hechos relatados se hace a Julio G. S.», recoge la magistrada en el auto. Entre los diez motivos en los que se fundamenta Armesto, publicados por el citado medio, figura el del «falso testimonio», el «mantenimiento de versiones contradictorias» en dependencias policiales, «el análisis forense, que revela la muerte violenta», «el hallazgo de una tarjeta de crédito de Julio entre la ropa de la joven» y su «historial delictivo», con hasta 40 detenciones desde los 16 años. Especialmente, se fija la jueza «en los arrestos por malos tratos. Dos de ellos motivados por agresiones a sus propios padres y otro a una antigua novia».
El Fiscal no descarta la muerte accidental
La comparecencia de Julio G. S, estaba fijada para este martes 8 de febrero en el Juzgado de Instrucción número 3 para comunicarle los cargos por los que podría tener que afrontar un juicio. Sin embargo, el trámite ha quedado pospuesto a petición del Fiscal, que no descarta la muerte accidental de Nerea y ha solicitado una ampliación y concreción del informe de la autopsia a pesar de que este constató signos de violencia en el cuerpo de Nerea Añel, relativos a una fractura de cráneo y que serían compatibles con “un posible impacto contra el suelo en la zona de la coronilla”.
El Fiscal no descarta la muerte accidental de Nerea y ha solicitado una ampliación y concreción del informe de la autopsia a pesar de que este constató signos de violencia en el cuerpo.
El cuerpo de Nerea apareció en la aldea abandonada de Os Muíños, en el municipio de Barbadás, a escasos 200 metros del motel donde fue vista por última vez con vida junto a Julio. Unos senderistas la encontraron sin vida en el lecho del río Barbadás en septiembre de 2020, nueve meses después de su desaparición.
Justicia para Nerea
Las muestras de indignación y desesperanza van en aumento en redes sociales donde ya se está pensando en una concentración frente al juzgado para pedir justicia para Nerea. «Ni una más. Hoy soy yo, pero mañana puede tocarle a cualquiera», lamenta Belén, la madre de la víctima.
«Señor fiscal, si hay que exhumar a mi hija para que vea más clara su autopsia, lo haré aunque me termine por acabar lo poco que me queda de aliento de vida. Ojalá nunca se vea en mi piel. Las pruebas son las pruebas y este señor mintió desde el minuto uno», insiste. El sospechoso negó haber estado con la víctima. Sin embargo, su versión fue desmontada por varios testigos que aseguraron haberlos visto juntos en las proximidades del río, donde apareció el cuerpo de la joven. También por aquellos que han declarado haber presenciado episodios de malos tratos de Julio a Nerea en diversas ocasiones.
«Señor fiscal, si hay que exhumar a mi hija para que vea más clara su autopsia, lo haré aunque me termine por acabar lo poco que me queda de aliento de vida. Ojalá nunca se vea en mi piel».
Belén Vázquez
Con todo, el procedimiento sigue su curso y será la Justicia quién dictamine sobre las circunstancias de su muerte y si Julio G. S. es culpable o no.