La inhabilitación del cupaire Pau Juvillà como diputado en el Parlament ha vuelto a tensar la ya de por sí incómoda relación entre los tres partidos separatistas que sostienen el Govern. Y, en esta ocasión, la principal perjudicada ha sido la presidenta de la Cámara, la posconvergente Laura Borràs, que en tan solo unos días ha pasado de ser la musa del independentismo a todo lo contrario.
Borràs se ha desquitado este lunes en una entrevista radiofónica, en la que ha asegurado que planteó al presidente Aragonés «una estrategia» de «resistencia colectiva» ante el supuesto «ataque del Estado» al Parlament por la inhabilitación de Juvillà. Sin embargo, la presienta no ha explicado en qué consistía dicha estrategia y se ha limitado a criticar que no fuera aceptada por ERC. «Estamos aquí porque esta propuesta no ha sido aceptada«, ha abundado, «y eso significa que el resultado que hemos tenido, la retirada del escaño, a pesar de todos los pasos que hemos dado en el Parlament, no se ha podido evitar. La conclusión es que eso ha pasado. No se ha querido evitar con la propuesta que hacía».
De Juvillà a la independencia
La presidenta ha afirmado que esta misteriosa propuesta también contemplaba no cumplir la sentencia del TJSC sobre el castellano. Y ha anunciado que no está dispuesta a dimitir tras lo sucedido porque ella estaba dispuesta a llegar «hasta el final» asumiendo las consecuencias. También reconocido que el embrollo ha roto aún más la confianza entre los tres partidos separatistas.
Ante estas palabras, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha mostrado su sorpresa. Y, en una rueda de prensa, ha retado a Borràs a explicar en público cuál era su propuesta para evitar la inhabilitación de Juvillà. «Si tiene una propuesta ganadora», ha señalado tras asegurar que ERC no sabía nada al respecto, «que la explique». Vilalta ha insistido en esta petición y ha añadido que, al parecer, la propuesta incluso contemplaba la independencia de Cataluña. La republicana no ha dudado en pedir a Borràs que «asuma la realidad» y le ha dejado claro que ERC se mantendrá en la vía del diálogo y de lo que llaman «ampliar la base».
