«Acoso personal y coacciones». Esto es lo que afirma haber sufrido el alcalde socialista de Mollet de Vallés (Barcelona), Josep Monràs, por parte de la Comunidad Islámica Al Huda y de la asociación cultural Al Huda. ¿El motivo? Según informa La Vanguardia, haberse opuesto a la apertura de una mezquita en la localidad. Según el diario, se trata de un conflicto enquistado desde hace casi una década, tras la denegación de varios permisos de apertura de la mezquita.
Por esta razón, más de un centenar de creyentes musulmanes se han reunido desde el 21 de diciembre media docena de veces para rezar y protestar. «No estoy en contra de la protesta, pero no frente a mi mujer, mis hijos y los vecinos, lo que crea una tensión innecesaria, que no ayuda a resolver el conflicto. Deben que manifestarse ante el Ayuntamiento», ha puntualizado el alcalde. También se queja de que el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha carecido de la «dignidad institucional» de darle una respuesta y detener los escraches.
«Ocho años de opresión administrativa»
Por su parte, el presidente de la asociación Al Huda, Ahmed Balghouch, mantiene que «la comunidad musulmana ha sufrido ocho años de opresión administrativa en silencio», lo que le ha llevado a «salir a la calle para denunciar la injusticia provocada por el alcalde».