El gran incremento de uso de bicicletas y vehículos de movilidad personal (VMP) en Barcelona se vio reflejado en 2021 en las estadísticas de seguridad viaria. En cuatro de cada diez atropellos en la capital catalana (246 sobre un total de 614) se vieron implicados este tipo de vehículos. Concretamente, 124 atropellos estuvieron protagonizados por un VMP (la mayoría patinetes eléctricos) y 122 por bicicletas, ha avanzado este lunes La Vanguardia.
Según los datos provisionales de la policía municipal, los atropellos protagonizados por estos vehículos en 2021 suponen el doble que los provocados por coches (139) o motos (121).
Los atropellos protagonizados por estos vehículos en 2021 suponen el doble que los provocados por coches (139) o motos (121).
En 2021 se registró un centenar más de atropellos que en el 2020, pero casi la mitad de los registrados en el 2019 (1.147).
Circulación desordenada
El teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle reconoció el pasado 13 de diciembre en el 27º Foro de Seguridad Vial de Barcelona que la circulación de patinetes eléctricos en la Ciudad Condal está «desordenada» y sus parámetros de seguridad «poco acotados». Así lo admitió en el evento, que se ha centró en los retos y oportunidades que plantean los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), que incluyen los patinetes eléctricos.
Una ordenanza de ordenanzas
El director del Servei Català de Trànsit (SCT), Ramon Lamiel por su parte, propuso una unificación de criterios entre municipios a la hora de regular el uso de patinetes eléctricos. Es decir, la creación de una «ordenanza de ordenanzas» que consiga que los municipios tengan una «guía» a la hora de plantear una regulación para la circulación de estos vehículos por sus calles. Además, avanzó Lamiel la intención de Trànsit de que en 2022 se llegue a introducir un «título de formación» que acredite a los usuario de VMP. Algo así como una especie de carnet «que se podrá obtener a nivel telemático y mediante la red de autoescuelas de Calidad».