«El procés ha dejado en herencia una sociedad empatada en una comunidad fraccionada». Así lo denuncia hoy en un artículo de opinión en La Vanguardia el exdiputado de Unió en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, que considera esa fractura una de las «principales flaquezas de Cataluña. Y es que, según el exdirigente nacionalista el empate dentro del bloque separatista y, por otro lado, entre secesionistas y constitucionalistas «esteriliza el potencial de nuestra comunidad y bloquea la necesaria unidad que se precisa para afrontar los ingentes retos del convulso presente y futuro más próximo».
Si bien Duran i Lleida valora que en la actualidad «la irrelevante gesticulación» del anterior presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha dado paso a posiciones más dialogantes» y que se hayan aprobado presupuestos «más allá de los bloques» cargos institucionales, también estima que ello es «claramente insuficiente». Asimismo, Duran i Lleida duda que una nueva cita electoral genere «un decisivo trasvase de votos entre el bloque independentista y el que no apoya tal objetivo o a la inversa». Por este motivo, considera que superar el actual bloqueo concierne a los «dirigentes políticos catalanes».
Potencial «castrado»
«Cataluña no puede seguir aplazando el reto de acabar con el empate que castra su potencial», prosigue el exdiputado. Así, la pandemia y sus consecuencias económicas, sociales y sanitarias «exigen un esfuerzo común que el actual empate no favorece». A estos problemas, el autor suma la digitalización del mercado laboral, los costes del procés o la «obligación de reconstruir un nuevo consenso lingüístico». Y concluye: Estamos en una de aquellas horas históricas en las que se requiere buscar soluciones, más que señalar culpables».