Las acusaciones de censura gubernamental se multiplican en los últimos días. Si recientemente al Gobierno de Sánchez se le ha reprochado que excluyese a medios críticos de un encuentro con la prensa sobre el reparto de fondos europeos, un episodio similar se ha producido en Cataluña. Aquí, el Consejo Profesional de Informativos y de Deportes de TV3 ha acusado al Departamento de Interior de la Generaltat de «querer silenciar la voz de determinados periodistas», desvelando que «se quiso evitar la presencia» de la periodista Fàtima Llambrich en un encuentro con periodistas donde se daba cuenta del relevo —calificado de «purga» por la oposición— en la cúpula de los Mossos d’Esquadra.
Según el Consejo, la consellería del republicano Joan Ignasi Elena ha llevado a cabo un «intento de injerencia política», dado que «incluso se propusieron a otros periodistas para asistir en su sitio». Además, denuncia que Interior no solo trató de vetar a Llambrich —una periodista experta en la materia— sino también a otros especialistas en información policial y judicial de otros medios.
Tal y como reza el comunicado del Consejo, titulado Ni vetos ni injerencias, «querer silenciar la voz de determinados periodistas cuando su trabajo pone de relieve las maniobras de un gobierno» parece un relato «extraído de épocas pasadas o de un guión cinematográfico». Y es que, para el Consejo, «hechos como éste no son propios de una sociedad democrática, informada y transparente». «No consentiremos intromisiones de este tipo», concluyen.